septiembre 02, 2011

Las NTICS en las Tareas Educacionales


Tejada nos  da la oportunidad de una reflexión más profunda sobre la implementación consciente, responsable y pertinentemente encaminada a la educación, a nuestra labor cotidiana no sólo como profesores, sino como formadores de actitudes e impulsores  de nuevas visiones de la realidad. Lo anterior, me lleva al primer cuestionamiento sobre mi hacer profesional; será entonces que además de ser una herramienta propiamente educativa  ¿la utilización de la NTICS nos permite comenzar a engendrar una conciencia sociocultural? ¿Las NTICS nos ayudan a formar ciudadanos conscientes de esta globalización inevitable que nos debe ayudar a hacernos en la interculturalidad? Y con ello ¿podremos formar alumnos más perceptivos y por ende, más tolerantes y respetuosos ante la diferencia?

Tejada señala acertadamente  que esta “mundialización” más que la supresión de la cultura, significa la extensión de la cultura, lo cual haga germinar la INTERCULTURALIDAD en la parcela educativa y, con ello, podamos hablar de alumnos conscientes de la diversidad de opiniones, percepciones y concepciones de realidades. Podremos, hasta entonces me atrevo a decir, hablar de una verdadera sociedad del conocimiento, no sólo por el lado intelectual, sino también en  el ámbito social, cultural y disciplinario, lo cual –sin duda alguna— nos llevará a dejar de movernos en la individualidad para mudarnos a la modalidad de lo social.

La implementación de las NTICS en el aula además de ser significativas para los nuevos retos educativos, vistos estos como las tareas académicas de cada objetivo de currículo; también resultan formadoras. Consciente estoy, que la velocidad de cambio a la que la globalización nos ha llevado, nos obliga como docentes a redefinir la educación para encausarla por los senderos del enriquecimiento social y cognitivo grupal y ya no individual. No obstante, la tarea resulta todavía más monumental  cuando a pesar de trabajar en solidaridad y concebir el trabajo en equipo como el resultado de una verdadera simbiosis, nos debe mantener firmes a lo particular. Dicho en otras palabras, no debemos olvidar, como afirma tejada, que esta concepción de interculturalidad no se desprende del plano contextual – cultural. Cabe entonces la pregunta ¿cómo debo moldear el uso de las NTICS en mi aula de trabajo? ¿con qué fin o fines debo utilizar las NTICS en mis clases? ¿Las NTICS propician el ambiente ideal (como el ambiente propicio ideado por Gangné) para que nuestros alumnos desarrollen competencias intelectuales, sociales y conductuales?

Me surge la inquietud, si la labor nuestra como miembro de una generación adaptada al uso de las NTICS y no hecha en ellas, y además por ser profesores – formadores, sea la generación que inicie una revolución  cuya causa -- más que hablar de modelos tradicionales, vanguardistas y/o globalizados—sea la de asumir posturas integrales, sin etiquetar lo bueno o lo malo y ayudemos a generar conocimiento y actitudes bilaterales con las que se enmarque el protagonismo de grupos, de comunidades, de sociedades y ya no del individuo como algo aislado de su propio núcleo.

1 comentario:

  1. Pues la inquietud es compartida... para mí lo principal es lanzarse a experimentar con las tecnologías, y hacerlo con el ánimo de aprender de cada experiencia.
    Tengo la impresión de que en el siglo XXI se van a desarrollar formas muy diferentes de enseñar y de aprender. ¿Cuál es la que mejor se adapta a nuestro estilo docente? ¿y a nuestros alumnos? ¿y al centro educativo donde trabajamos? Ése será, tal vez, el dilema que cada uno de nosotros deba resolver.

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